Los mejores tratamientos para corregir el pectus excavatum

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El pectus excavatum es una alteración de la pared torácica, la zona donde se encuentran los pulmones y el corazón. El signo más evidente es el pecho hundido y las costillas proyectadas hacia afuera, sobresaliendo con respecto al esternón. Además de la cuestión estética, también puede implicar ciertas molestias a la hora de respirar dependiendo del grado en el que se haya desarrollado la afección. Sin embargo, existen diferentes técnicas que se usan en el tratamiento de pectus excavatum. ¿Quieres conocerlas? A continuación, vamos a hacer un repaso por ellas.

¿Qué es pectus excavatum y sus causas?

Como hemos visto, el pectus excavatum es una malformación de la caja torácica. La consecuencia más visible es el hundimiento del área del esternón con respecto a las costillas, por eso también se lo conoce con el nombre de tórax excavado o pecho hundido. Otros síntomas que puede desencadenar son la tolerancia limitada al ejercicio físico, dolor en el pecho o palpitaciones, aunque suelen ser poco frecuentes. También puede ir asociada la sensación de falta de aire, debido al desplazamiento que sufren los pulmones a causa de la deformidad.

Habitualmente, el pectus excavatum suele manifestarse durante las etapas de la infancia y la adolescencia, cuando el cuerpo se está desarrollando, y se asocia, precisamente, a un trastorno del crecimiento de los cartílagos costales. Pese a todo, el origen y los factores que propician que se desencadene son desconocidos.

¿Qué pruebas diagnósticas tengo que hacerme para saber si tengo el pecho hundido?

Son varias las pruebas que permiten observar el estado de la zona y determinar si hay una deformidad.

  • Se puede realizar una radiografía del tórax, no solo de frente, también del perfil.
  • En el caso de evaluar a niños, se puede emplear un scanner 3D, que no es invasivo.
  • Se puede realizar una tomografía torácica, que se trata de una prueba donde a través de una máquina de rayos X se pueden extraer imágenes en blanco y negro del tórax, sin ningún tipo de dolor
  • El ecocardiograma es otra opción, que se trata con ultrasonidos y que da a doctor información valiosa del corazón y de las arterias.
  • Se pueden realizar pruebas respiratorias que ayudan a comprobar el estado funcional de todo el aparato respiratorio.
  • Se puede realizar una ergometría, que se trata de una prueba de diagnóstico utilizada para evaluar la función del corazón y la circulación durante el ejercicio físico. También se conoce como prueba de esfuerzo o prueba de estrés.

¿Hay varios tipos de pectus excavatum?

La realidad es que hay varios tipos de pectus excavatum e incluso varios tipos e clasificaciones. La primera de ellas es la clasificación de Chin y lo hace según las diferencias morfológicas:

  • CHIN 1: se considera que la malformación es simétrica.
  • CHIN 2: esta malformación no solo es menos profunda, sino que se extienda los pectorales.
  • CHIN 3: además de ser menos profunda y extenderse a las regiones cercanas al pectoral, también es asimétrica.

Además de la clasificación previa que hemos visto, también hay otra variedad:

  • Pectus Arcuatum: se trata de un arco formado por el esternón superior que junto a los cartílagos que tiene al lado, estimula un vacío.
  • Pectus Mixto: se trata de una mezcla de los diferentes tipos vistos en la clasificación de chin.

Con el índice de Haller se puede medir y determinar la profundidad con un a gran precisión, algo muy valorable en caso de las mujeres, que, con su mayor volumen mamario, dificulta la precisión.

¿Cuáles son los tratamientos para el pectus excavatum?

Aunque las molestias físicas son poco comunes, lo cierto es que el pectus excavatum sí que puede acarrear problemas psicológicos relacionados con la apariencia que provoca la malformación. También dependerá del grado de hundimiento del pecho que presente la persona y de cómo influya en su aspecto.

Para esos casos en los que la forma de la caja torácica tiene repercusiones en la vida de quien lo padece, la operación de pecho hundido suele ser recomendable. Hay dos intervenciones quirúrgicas principales para abordar esta alteración. Veámoslas a continuación.

  • Procedimiento de Nuss: es una técnica poco invasiva que se realiza mediante pequeñas incisiones a lo largo de cada lado del pecho. A través de ellas se insertan los instrumentos con el fin de colocar una barra metálica por debajo del esternón hundido para revertir la depresión. La barra se extrae a los 2 o 3 años de la operación.
  • Técnica de Ravitch: es una intervención en la que se trabaja con una incisión mayor que en la anterior. Se lleva a cabo retirando el cartílago deformado para corregirlo o reconstruirlo. Para ello, se usa la ayuda de una o varias barras que se colocan en la pared torácica para sostener la posición requerida. La barra se suele extraer en otra operación tras varios meses.

Además de estas dos operaciones, existen otras técnicas quirúrgicas que no son remodeladoras, es decir, que solo tratan el aspecto estético del pecho hundido. Por ejemplo, los implantes de silicona diseñados gracias a la tecnología 3D se adaptan perfectamente a la constitución del paciente y cubren el defecto. Son recomendables para aquellas personas que no tengan otros síntomas ni problemas de salud derivados de la malformación.

¿Cómo corregir el pectus excavatum sin cirugía? Lo cierto es que existen algunos tratamientos no quirúrgicos como la terapia de vacío. Su aplicación se ejecuta mediante una campana que ejerce presión, a modo de succión, en la zona hundida. De esta forma se trabaja en su elevación. Esta técnica requiere de un seguimiento y diversas sesiones a lo largo del tiempo. Suele ser aconsejable en la infancia, aún en la etapa de crecimiento.

Ten en cuenta que, para encontrar el mejor abordaje, es importante ponerse en manos de buenos profesionales que sepan orientarte en todo momento.

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